Hoy me han hablado de que hay muchos padres y madres que se cuestionan si este deporte aportará valores positivos a sus hijos o, si por el contrario, les inclinará a fomentar la agresividad o excesiva competitividad.
En mi caso, llevo jugando casi desde que tengo memoria y entrenando equipos de benjamines y alevines desde hace unos tres años. Sin duda comenzar y continuar practicando este deporte ha sido la mejor decisión de mi vida, ya que me ha dejado un sin fin de amigos, momentos y valores.
A continuación enumero alguno de los muchos valores que un equipo de fútbol le puede aportar a un niño, además de ser una herramienta eficaz para la inclusión social.
- Responsabilidad: tareas personales y compromiso con el equipo.
- Fortalecimiento de la voluntad: el esfuerzo y constancia como manera de conseguir logros.
- Sinceridad: reconociendo los fallos y expresándolos abiertamente.
- Tolerancia: aceptando las diferencias personales y las reacciones negativas de los compañeros.
- Amistad: favoreciendo lazos de relaciones sanas y en base a la unión con actividades de grupo entre distintos equipos.
- Sinceridad: premiando la sinceridad por encima de aciertos o errores.
- Solidaridad: fomentando la ayuda como parte fundamental de la amistad y el compañerismo.
- Atención: identificando y reconociendo el efecto de las distracciones en el fútbol y su relación con la vida diaria.
- Madurez y compromiso: favoreciendo la adjudicación de tareas individuales en beneficio propio y al servicio del equipo.
- Crecimiento emocional: Identificando y superando limitaciones.
- Buenas formas y modales: mediante el aprendizaje de expresiones adecuadas de nuestras emociones.
0 comentarios:
Publicar un comentario